¿Qué sucede cuando ayunamos?

Esta es una pregunta que se realiza muy a menudo. Para responder debemos explicar, primero, qué sucede dentro de nuestro cuerpo durante la inanición, o sea, la privación total de alimentos de forma definitiva. Supongamos que dejamos de consumir alimentos a las 8:00 a.m. de un lunes, durante las próximas 24 horas, el cuerpo estará utilizando, como de costumbre, el glucógeno almacenado en los músculos y el hígado para estabilizar los niveles de glucosa en sangre a medida que ésta se va utilizando como fuente de combustible. El glucógeno muscular ofrece energía durante las primeras 24 horas, aproximadamente, antes de agotarse. Paralelamente se va utilizando las grasas del cuerpo para transformarse también en glucosa por un proceso denominado gluconeogénesis. A medida que se va agotando el glucógeno, el cuerpo aumenta la utilización de las grasas, hasta que se agota y las grasas pasan a ser el combustible principal para los procesos del organismo. Durante este tiempo también se utilizan proteínas, pero ínfimamente.
Al pasar unos tres días o cuatro días, que en nuestro caso sería de miércoles a jueves, comienza a aumentar la cantidad de cuerpos cetónicos debido a la conversión de las grasas en energía. El cerebro, que en condiciones normales utiliza glucosa como fuente de combustible, tiene afinidad por los cuerpos cetónicos y comienza a utilizarlos. El cerebro usa, aproximadamente, 80 gramos de glucosa al día para su buen funcionamiento, los cuerpos cetónicos cubren unos 50 gramos de esa glucosa, asi que quedarían 30 gramos por cubrir. En el hígado, se produce glicerol, a partir del proceso de lipólisis, el cual cubre unos 20 gramos de combustible para el cerebro. Eso quiere decir que quedamos con un déficit diario de 10 gramos. El organismo procede a obtener esos 10 gramos a partir de las proteínas.
A medida que el período de inanición total se extiende por semanas, y la reserva de grasa corporal baja a menos de 3-4%, el cuerpo comenzará un proceso de catabolismo muscular masivo para cubrir las demandas de los órganos más importantes hasta que llegue la muerte.
En resumen, el cuerpo requiere de unos 50 días de inanición para consumir una libra de masa muscular. Es fisiológicamente imposible que una persona pierda una cantidad considerable de masa muscular haciendo dieta y ejercicios. Esta pérdida diminuta de músculo es menor aún si consumimos la cantidad adecuada de proteínas cuando estamos alimentándonos con dietas hipocalóricas para perder peso.